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• La normalización del sistema músculo esquelético debe ser lo primero.
• La actividad nerviosa que fluye del sistema muscular esquelético "ascendiendo" al cerebro juega un papel vital en el desarrollo de señales normales emitidas del sistema nervioso central "descendiendo" hacia el sistema músculo-esquelético.
• Cuando el sistema músculo-esquelético está profundamente alterado, cualquier tratamiento se reduce a una visión básica; "tratar de darle una mejor función a una estructura deficiente."
• Sin normalización alguna de la estructura músculo esquelética, cualquier progreso funcional de la persona con un daño cerebral siempre permanecerá limitado e impredecible.
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La plasticidad Bioeléctrica cerebral ABR muestra evidencias de que existe esperanza para la recuperación de la función motora aun cuando exista un daño inicial estructural irreversible en el cerebro.
El daño cerebral no es un obstáculo crítico para el éxito en la reconstrucción biomecánica, siempre y cuando se produzca una mejoría en el sistema músculo-esquelético de una forma biomecánicamente correcta. No hay una necesidad crítica de "reparar" primero el cerebro.
El enfoque de ABR es restaurar la estructura del sistema músculo esquelético como su meta principal. ¿Por qué? Nosotros nos apoyamos en el siguiente concepto:
La transformación mecánica de los elementos músculo-esqueléticos (músculos, articulaciones, etc.) por ABR automáticamente cambia los parámetros de sus cargas eléctricas. Respectivamente, cambiando la actividad eléctrica de estos elementos (por lo tanto, los músculos esqueléticos) trasladando el cambio a las señales ascendentes mandadas al cerebro, las cuales empiezan creando la base adecuada para las señales que descienden hacia los músculos.
ABR establece que aún en cerebros dañados hay suficientes reservas para cambiar las conexiones eléctricas para integrar las mejoras estructurales biomecánicas del sistema músculo-esquelético, siendo significativamente suficiente las mejoras estructurales.
ABR en pocas palabras Todos creen que niños con parálisis cerebral (PC) tienen funciones deficientes porque su cerebro está demasiado dañado para controlar movimientos normales. Los niños con PC son considerados incurables porque el daño al cerebro es irreversible.
ABR tiene una filosofía diferente. Nosotros creemos que aún los cerebros gravemente dañados, tienen suficiente plasticidad eléctrica para controlar funciones motoras normales, sin embargo, para que esta plasticidad "se de," la estructura músculo esquelética del niño tiene mejorar a un determinado nivel; al umbral de la plasticidad.
Otros tratamientos fracasan en recobrar las funciones motoras y este fracaso es atribuido al daño cerebral.
Nosotros creemos que la respuesta es diferente. En estos tratamientos el fracaso no se debe a "reservas" insuficientes del cerebro dañado sino a una insuficiente mejoría de la estructura músculo-esquelética. Como resultado, el cerebro dañado tiene muy poco margen para trabajar con una estructura músculo- esquelética empobrecida y no puede mostrar su plasticidad (reserva) restante para controlar las funciones motoras.
La reconstrucción de la estructura músculo esquelética debe ser lo primero! El enfoque de ABR es restaurar la estructura del sistema músculo esquelético como su primera y más importante meta.
• Un rango de movimiento completo (ej. la cabeza debe ser capaz de moverse sin restricciones en todas las direcciones). • Alineamiento adecuado (ej. piernas y pelvis; brazos y hombros, etc.).
• Respuesta muscular mecánica (equilibrio muscular adecuado).
La calidad de la función mecánica requiere de la capacidad biomecánica del sistema músculo esquelético que implica: • Volumen, tono y resistencia de los músculos esqueléticos adecuado.
• Volumen, movilidad y alineamiento adecuados de las articulaciones. • Equilibrio entre la fuerza y la longitud entre los grupos musculares recíprocos (ej. bíceps y tríceps).
• Proporciones adecuadas entre tamaño y fortaleza del centro (cabeza, cuello y tronco) y periferia (brazos y piernas). • Cascada de interacciones musculares (centro a periferia).
ABR restablece, unidad por unidad, estructuras esqueléticas y musculares adecuadas que permite una función de movimiento ilimitado adecuado.
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