El Primer Principio de la Ley nos dice que todo es mental, la actividad de la mente es el pensamiento y la objetividad del pensamiento es la acción, en este orden de ideas, primero es el pensamiento (causa) y luego la acción (efecto).
El pensamiento es causal y el directo responsable de nuestras muy particulares circunstancias, ya que es el efecto directamente proporcional de lo que pensamos.